Entrevistadores: Gabriel Gómez - Mirko Gallegos
- Nombre y apellido: Martín Nereo Albornoz
- Edad: 59 años
- Lugar de nacimiento: Villa Adela, Concordia
- Fecha de nacimiento: 08/04/1963
- Lugar de residencia: Villa Adela, Concordia
- Familia: casado, 3 hijos
- Rol en la guerra: Cabo Segundo, Marina
- Período en el que estuvo en Malvinas: 02/04 – 14/06/1982
Nació en Villa Adela en 1963, actualmente vive allí. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Nacional N° 210, hoy Escuela Primaria N° 65 “Almirante Brown”. Hasta 3er año estudió en la Escuela de Educación Técnica N°1, y es en el taller de la escuela donde se entera que estaban inscribiendo en la Armada, entonces toma la decisión de hacerlo con el apoyo de sus padres. No tenía vocación militar, quería ser Ingeniero Electromecánico.
Tenía 15 años cuando ingresó a la Escuela de Suboficiales de la Infantería de Marina de Mar del Plata, allí conoció el mar, lo más parecido que había visto hasta ese momento era el río Uruguay crecido. Soportó allí las exigencias de instrucción militar y cuenta que alguna vez lo hicieron correr cuatro o cinco horas en un médano y que el único líquido que pudieron tomar, cansados, fue el de unas plantas “jugosas”.
Antes de comenzar la entrevista dice: “Bueno, a ver cómo es esto, porque me tienen asustado…”. Y el susto quedó atrás.
¿Hubieses elegido no ir a la guerra?
No, no porque nosotros no sabíamos que había una guerra aunque te preparabas. Pensábamos en una guerra con Chile, lo que estuvo a punto de acontecer. Al momento que se toma Malvinas, el 2 de abril, se empieza a armar todo para una defensa, los primeros voluntarios fueron de nuestra unidad, mi Batallón era el de Comunicaciones.
¿Cómo fue tu despedida con tu familia, antes de ir a la guerra?
No hubo despedida porque yo estaba en la unidad, yo ya en febrero volví a la unidad, pasé de vacaciones todo el mes de enero acá y no hubo despedida, a los seis meses los veía, cada seis meses teníamos alguna salida. Por carta nomás pero contándole que estábamos bien y nada más, con mi mamá y por ahí con mi tío, les escribí una carta y él me escribió también. En abril me llega una carta de que había fallecido mi abuelo, pero había ocurrido en marzo, ya estábamos en conflicto, me pegó bastante, le escribí a mi abuela y no sabía que decirle.
¿Qué fue lo que más te traumó de la guerra?
Fueron varias cosas, la culpa. Qué se yo, me parecía que había una culpa nuestra, que no habíamos protegido bien a los subordinados, a los que teníamos a cargo, una culpa generalizada. Fue una de las causas por las que yo tuve la intención de terminar el secundario y seguir un profesorado, porque yo quería poder ir a enseñarles. Nosotros le enseñábamos al soldado como sobrevivir. La otra era la tristeza enorme de haber perdido un compañero en combate, un hermano. Él había recibido una carta de la novia, que estaba embarazada, y él muere y la nena nace en agosto. Pero nosotros tenemos el orgullo de haber conocido a un tipo que entregó mucho más que nosotros por una causa justa.
Y además de perder personas que vos le tenías un gran afecto, ¿que más se perdió en la guerra?
Se pierden todos los sentimientos, se pierden los afectos y nosotros que teníamos 17, 18 años perdimos la adolescencia, nosotros nunca más fuimos jóvenes, porque de un momento a otro tenés que cambiar la mentalidad. Seguramente habrá otra cosas que se pierden que no me doy cuenta ahora.
¿No cambiarías igual lo que viviste?
No, porque no fue una guerra más, es una gesta de mucho valor, coraje, con mucho amor, porque el soldado se entregó entero. El chico que estaba en combate, que se convirtió en hombre de un momento a otro, estaba decidido y entregó mucho, entregaron todo y sabían que podían fallecer en combate, pero convencidos, era un convencimiento puro, una gesta de amor.
Una anécdota que nos quieras contar…
No, salvo cuando terminó la guerra, estaba en control, en la noche de la rendición, y no nos cruzamos a tiros con los chilenos porque no correspondía. Los chilenos estaban del otro lado, un alambrado de siete hilos nos separaba, y yo tenía un puesto y el puesto de control de ellos estaba del otro lado y bueno, los tipos nos insultaron, celebraban con tiros, nosotros con rabia, con bronca. Fue terrible, porque aparte sabíamos que habíamos perdido muchos compañeros y eso dolía mucho.
Fue fuerte
Sí, fue fuerte, porque pasa que, ojalá nunca les pase, vos estás con un chico, con un amigo y ves que se te murió y no tenés explicación.
¿Tuviste alguna ayuda psicológica?
Sí, pero hace unos dos o tres años atrás por un problema laboral. Yo soy ordenanza en una escuela, la Damián P. Garat. Y pienso que la criatura que va a estudiar tiene que estar lo más cómoda posible. Yo peleo por las necesidades de los demás, siempre he peleado, hay gente que por ahí no lo comprende, te cuestionan. Y en casa había discutido dos o tres veces con mi señora. Un día agarré y pedí una entrevista a un psiquiatra, hice un tratamiento de dos años, y ahí me calmé, y bueno, ahora cambié de turno (en su trabajo), para evitar a la gente que me hacía mal. Yo trato de no ponerme en conflicto. Y en una revisación médica de la armada me aparece una discapacidad del 40 %, psiquiátrica, algo así como psicosis producto del conflicto.
¿Y has tenido sueños de la guerra?
No, no tuve. Nunca he tenido muchas pesadillas.
INVITADO EN UN CUMPLE MALVINERO
Federico, el niño cumpleañero que festejó bajo la temática Malvinas (Nota 5 de "40 x Malvinas"), es el hijo de una compañera de trabajo de Martín, y decidió invitarlo a su cumpleaños luego de haber recibido una charla de los Veteranos en su escuela. Martín se sorprendió con la invitación y no sabía qué regalarle "a un gurí que no conocía". Recurrió a un compañero que le consiguió una monedita de Malvinas y tierra de las Islas, en una cajita de anillos le puso la tierra y con un antiparras hizo una tapita y puso la monedita arriba. Aunque se confundió de horario, en lugar de ir a las 15 fue a las 17:30, se puso su chaleco y sus medallas y se sacó fotos con el anfitrión. "Cuando le di el regalo no sabía qué hacer, se sorprendió mucho, y un compañerito se “desmayó”, se tiró al suelo", relata contento Martín.
¿Toda esta movida por Malvinas es porque ustedes lo provocaron o salió del estado?
Vos sabés que con la provincia tenemos una empatía, estamos juntos. Bordet cuando era intendente nos atendía muy bien y él siempre nos decía que si él era gobernador iba a respetar a los veteranos, nos respeta mucho. El gobernador es malvinero. Pero ahora se movió algo, la provincia ha insistido por los veteranos, la nación también, a nivel nacional, los actos que se hicieron fueron impulsados por veteranos, acá la municipalidad se brinda siempre y puso lo suyo acompañando a Veteranos, tuvimos muy lindos actos y estas salidas que nos propusieron con Departamental de Escuelas y Salto Grande nos fue re bien.
Nosotros fuimos a reclamar por asistencia médica a Buenos Aires y fuimos reprimidos con gases, palos, y éramos tipos de 60 años la mayoría. Yo ese día al jefe de una formación de policía lo paré y le dije no te da un poco de vergüenza, entonces el tipo me dijo “perdóname, es una orden”, la orden la puede no cumplir. En la marcha éramos 6 mil veteranos, íbamos protestando, y vos te emocionabas porque la gente desde los balcones desde arriba de los edificios tiraban papelitos y nos aplaudían.
Además de esta entrevista ¿ha plasmado de forma escrita lo vivido en esa guerra?
No, escribo, por ahí soy de escribir muchas cosas pero escribo relatos, o cuando me piden por algún discurso o para chicos que han tenido que presentar trabajos prácticos. Por whatsApp en la pandemia he hecho muchas notas, ya me había cansado de escribir. Pero no, no escribo tanto, este año tuvo más intensidad por los 40 años.
¿Significó algo el Mundial del 86 cuando jugamos contra Inglaterra?
Fue lindo porque hubo algo de eso, te daba esa sensación de que algo le ganamos, fue muy emotivo. Eso que Maradona nunca fue lo mejor para mí, era buen jugador, después como persona fue una pobre persona, pero lo hicieron así, pobre infeliz. Lo llevaron porque le falta cultura, le falta conocimiento, estudio, lo usaron, pero como todo, si estás allá arriba te van a querer usar siempre, los poderosos. Pero el Mundial '86 fue muy lindo.
¿Qué opinás sobre este proyecto “40 x Malvinas” y que lo hayamos invitado para esto?
Está muy lindo y está bueno que tengan la iniciativa los chicos, que se haga, y nos satisface saber que están haciendo algo y que seguramente ustedes lo escucharon en gente como nosotros, charlando y les está picando eso que nosotros sentimos, el sentimiento de pertenencia que tenemos de nuestra nación, que es tratar de defender lo que es nuestro, y Malvinas es nuestra, y está bueno que se empiece desde abajo, estas charlas, estas entrevistas, para fortalecer los sentimientos de ustedes y sé que de ustedes van a salir otros y se van a ir contagiando. Y es que lo que pasó con Malvinas fue eso también, se escondió toda la situación, por mucho tiempo, por diez años, nadie hablaba de Malvinas, éramos cobardes que habíamos perdido, eran todas negativas. Después empezaron las escuelas a hablar.
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