sábado, 1 de octubre de 2022

40 x Malvinas – Nota 37: ENTREVISTA al Gobernador GUSTAVO BORDET

  • Nombre y apellido: Gustavo Bordet
  • Edad: 60
  • Lugar de nacimiento: Concordia
  • Fecha de nacimiento: 21/02/62
  • Lugar de residencia: Paraná, Entre Ríos
  • Familia: Estoy casado con Mariel. Tengo tres hijas: Florencia, Delfina, Lara, y un nieto, Octavio.
  • Ocupación actual: Gobernador de Entre Ríos



¿Qué reflexión le merecen los 40 años de Malvinas?

La primera reflexión que me traen los 40 años de la guerra de Malvinas es la importancia de recordar y mantener vivo en la memoria el reclamo histórico de nuestro país en torno a su soberanía. No es una cuestión menor. Estamos hablando de una expresión del colonialismo inglés del siglo XIX que ha cercenado nuestra integridad territorial, con todo lo que eso implica en materia histórica, cultural, económica para el desarrollo de la Argentina como nación independiente y para el conjunto de América Latina también. Es un acto que se perpetúa en el tiempo y que resulta absolutamente injusto e inaceptable. Debemos seguir repudiándolo en los foros internacionales, y continuar una estrategia firme que por la vía diplomática que nos conduzca a la recuperación soberana de las islas y todo el territorio marítimo que las rodea.

 

No obstante, este aniversario también me lleva inevitablemente a pensar en las miles de personas que sufrieron la guerra de manera directa. Ya sean nuestros héroes, que dejaron su vida en territorio malvinense, como las y los excombatientes, las personas que se vieron movilizadas, sus familias y también la sociedad en su conjunto. Porque de alguna u otra manera la guerra la sufrimos todos. Las Malvinas nos tienen que unir, más allá de cualquier diferencia que podamos tener en otros planos. Porque estamos hablando de la defensa de nuestro país, de la soberanía, la independencia y la justicia. Porque muchas personas ofrendaron su vida con valentía y heroísmo. A todos ellos debemos la tarea histórica de nutrir la memoria en torno a Malvinas, que tiene que ser uno de los basamentos para aquel futuro de unión que tenemos el desafío de construir.

 

Por último, los 40 años de esta dolorosa guerra me hace pensar inevitablemente en el valor de la democracia. No podemos soslayar que la Argentina estaba en 1982 bajo una dictadura muy cruel. Una dictadura que se cobró 30.000 vidas de hermanos y hermanas. Y que si bien el reclamo soberano de la Argentina es histórico, la decisión de ir hacia una guerra abierta fue tomada a espaldas del pueblo. Sencillamente porque el pueblo estaba bajo un terrorismo de Estado que había diezmado cualquier posibilidad de expresión. La historia no es simple, su análisis es complejo. Debemos seguir hablando de eso. Malvinizar tiene que ir de la mano con fortalecer la democracia, con construir un sentido nacional amplio, popular, que ponga en valor nuestra identidad como pueblo soberano y el proyecto de desarrollo e independencia que queremos para el futuro de la Argentina.

 

¿Cómo recuerda el año de la guerra, cómo lo vivió los días previos, el durante y el posterior a la guerra?

En mi casa siempre se habló de política, de historia, y veníamos de años de mucho dolor. Como a la mayoría del pueblo, la noticia del desembarco en Malvinas nos tomó por sorpresa. Yo me sentí particularmente interpelado. Muchas de las personas que fueron a combatir o se vieron movilizadas tenían mi edad, o algunos años de diferencia. El sentimiento por Malvinas era muy fuerte para mí, mi familia y para los amigos con los que de a poco nos fuimos formando una identidad política. Pero al mismo tiempo sentíamos una gran incertidumbre por la dirección que la conducción del gobierno militar podía darle a la guerra, por la situación de los soldados que estaban en las islas. En fin, fueron tiempos muy difíciles, con muchas emociones que requerían una discusión constante para poder darle un sentido claro, hacer una interpretación, pero la discusión política tenía que darse en voz baja, porque seguíamos en dictadura.




 

¿Tiene familiares, conocidas/os, vecinas/os que han ido a la guerra?

Las generaciones que fueron a Malvinas eran muy cercanas a la mía. Eso hizo que compartiera o conociera a varias personas que combatieron o estuvieron movilizados en la guerra. Era una situación muy difícil, una mezcla de emociones y de pensamientos que nos marcó para siempre.

 

¿Qué piensa sobre el proceso de desmalvinización que llevaron a cabo muchos gobiernos durante muchos años?

Que fue un proceso casi tan cruel como la guerra misma. Primero porque implicó la invisibilización de héroes y ex combatientes, directamente ignorarlos. Eso condujo a que en un primer momento no se los reconociera como es debido, como se merecen las personas que ofrendaron su vida para defendernos, como lo tiene que hacer cualquier sociedad. Es muy doloroso, e impactó de manera directa en muchos ex combatientes. De tal forma lo hizo que se vieron afectados en su salud, y en especial en su salud mental, con consecuencias lamentables.

 

Pero además, y en relación con lo que hablábamos al principio, la desmalvinización tuvo efectos en la memoria colectiva. Muchas veces he visto abordajes del tema Malvinas que reducen su significado a lo que pasó en aquellos meses de 1982. Sin embargo Malvinas es algo que se remonta muy atrás en nuestra historia, y que tiene implicancias claras para el futuro de la Argentina. La idea de soberanía es constitutiva de cualquier país. Es un aspecto central para que las argentinas y los argentinos podamos asumir nuestro lugar en el concierto de las naciones y establecer un camino de desarrollo independiente, haciendo uso de nuestro suelo, nuestro mar, nuestro espacio aéreo, los recursos naturales, la diversidad cultural. Malvinizar es nacionalizar, es interrogarnos sobre el sentido profundo que tenemos como pueblo, como nación, como comunidad.

 

 

¿Desde su puesto de gobierno lleva a cabo acciones para malvinizar la provincia? ¿en qué consisten?

La educación tiene un rol central a la hora de malvinizar. Además de recordar el hecho histórico que significó la guerra, se trata de abordar los aspectos que mencionábamos anteriormente y que tienen que ver con la defensa de la soberanía, los derechos humanos, la democracia. Esto está integrado en la planificación educativa anual entre los contenidos a desarrollar en los distintos niveles educativos. Pero además trabajamos con los centros de veteranos y ex combatientes a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos y lo impulsamos también mediante actividades culturales que buscan seguir nutriendo y complejizando la mirada sobre la historia.

 

 

¿Por qué el 2 de abril no se festeja en las escuelas entrerrianas como un acto escolar, como sí ocurre en otras provincias?

Para empezar hay que aclarar que el 2 de abril, el Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas, si forma parte del calendario de conmemoraciones en las escuelas entrerrianas. No se festeja, se conmemora. Se realizan actos ese mismo día, cuando es posible, o el día previo o posterior. Además del trabajo que se realiza en las escuelas durante todo el año en torno a la causa Malvinas, a través de distintas propuestas y estrategias pedagógicas.

 

 

¿Sería posible que en las escuelas entrerrianas se incluya un nuevo grupo de abanderadas/os y escoltas que porte una bandera referente a Malvinas?, para reforzar nuestro sentimiento a las Islas y que sirva como propuesta de malvinización.

Creo que es algo que merece ser debatido por la comunidad educativa en función de su sentido pedagógico. Siempre valoro que decisiones como estas surjan del consenso y la participación de la comunidad.

 Otra propuesta que iba en ese sentido, que surgió de los mismos equipos pedagógicos, es el de que se reconozcan las escuelas y puntualmente las aulas donde cursaron héroes de Malvinas de nuestra provincia, se coloquen placas con sus nombres y se instituya mediante resolución. Sería otra forma más de seguir inscribiendo la memoria en el espacio público.

 




¿Los veteranos entrerrianos reciben beneficios sociales o exenciones impositivas?

Si, tanto de la Nación como de la provincia.

 

¿Cuáles son los pedidos o reclamos más usuales que le hacen los Veteranos?

Más allá de la oportunidad de encontrarnos y dialogar, que tenemos a diario en las recorridas que realizo por la provincia, mantenemos un diálogo fluido con las instituciones que reúnen a los veteranos a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos. De esa manera tratamos de canalizar pedidos, gestiones y reclamos. Trabajamos en conjunto en el marco de la gestión.

 

Siempre se habla de Veteranos, y no de Veteranas, siendo que hubo un papel importante de mujeres en la guerra, ¿Por qué cree que ocurre eso?

El ocultamiento de la mujer en la historia es una constante que se empezó a poner en cuestión hace relativamente no mucho tiempo. Celebro que se interpele la historia desde una perspectiva de género, y que podamos visibilizar y valorar la participación de las mujeres. Es parte del ejercicio de hacer una revisión histórica que sin dudas nos conducirá a una concepción más justa de los hechos y que tendrá efectos también en la construcción de una sociedad más igualitaria.

 

¿Qué opina sobre las torturas sufridas por soldados en Malvinas?

Que son hechos absolutamente intolerables, que deben ser investigados a fondo, y que no debemos dejar de hablarlo y ponerlo en cuestión. Tiene que ver con los ejes de memoria, derechos humanos y democracia desde los cuales proponemos hablar sobre Malvinas.

 

¿Qué opinión le merecen los suicidios de muchos veteranos, muchos más que los muertos en guerra?

Es uno de los efectos más devastadores del proceso de desmalvinización que afectó gravemente a ex combatientes. Es necesario volver a revisar y discutir todo lo que pasó con los veteranos luego de la guerra, su invisibilización, las luchas que debieron dar para ser reconocidos. Nos señala deudas muy profundas con nuestra memoria y, en especial, con las personas que dieron su vida por la patria.

 

¿Qué nos puede decir sobre el hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano?

El hundimiento del Belgrano es un hecho atroz en el que el Reino Unido violó la zona de exclusión. Con sólo pensar que en aquel ataque artero se fue la vida de casi la mitad de los argentinos muertos en la guerra, tenemos una dimensión de lo que significó. Nueve de las 323 personas que murieron aquel 2 de mayo eran entrerrianos. Los recordamos cada año.

 

¿Qué piensa sobre el papel de Chile durante la guerra y la actitud opuesta que han tenido y tienen otros países latinoamericanos como Perú, Venezuela, Bolivia?

A la hora de pensar el papel de otras naciones, como es el caso de Chile, en la guerra de Malvinas, no podemos dejar de recordar el contexto histórico.

Desde 1973 Chile estaba gobernado por la dictadura que encabezó Augusto Pinochet. Aquel golpe sangriento derrocó al gobierno constitucional de Salvador Allende e inauguró un camino de estrechos lazos de ese país con las grandes potencias mundiales. Fue un golpe a la integración latinoamericana y se evidenció con claridad en 1982.

Son muchos los sentimientos, la historia, la cultura y el territorio que nos hermana con el pueblo chileno. Que es muy distinto al accionar de un gobierno ilegítimo, como lo es una dictadura. Por eso es necesario poner cada cosa en su lugar.

 




¿Qué reflexión puede hacer sobre el acuerdo Foradori – Duncan ocurrido durante el gobierno anterior?

Considero que lesionaba los derechos argentinos sobre las Malvinas, las Islas del Atlántico Sur y el territorio circundante, y que ofendía la larga lucha de nuestro país por su soberanía.

Me pareció muy acertada la decisión del gobierno del presidente Alberto Fernández de dejarlo sin efecto. Y como argentino, no puedo dejar de sentir vergüenza por algunos de los detalles de la situación en la que se produjo el acuerdo y que dio a conocer el ex canciller británico, Alan Duncan, en sus memorias.

 

¿Por qué cree que Inglaterra sigue usurpando las Malvinas sabiendo que no le pertenecen?

Creo que las Malvinas, (que no son sólo las islas que vemos en el mapa, sino un espacio geográfico de proporciones similares a las del territorio continental de la Argentina), tienen un valor geoestratégico muy codiciado.

Por su riqueza marítima, pesquera, su biodiversidad, sus recursos hidrocarburíferos y fundamentalmente su ubicación estratégica en el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, las Malvinas son de gran importancia para el futuro. Esto hace mucho más difícil que el Reino Unido cambie de actitud, y nos obliga a llevar adelante una estrategia mucho más inteligente para su recuperación.

 

¿Cree que los ingleses nos devolverán en algún momento las Malvinas?

Por iniciativa propia está claro que no. En mi modo de ver, para poder negociar en mejores términos, tenemos que ser un país fuerte. Esto significa crecer, desarrollar nuestra industria, nuestra ciencia y tecnología, profundizar la unión nacional, reducir la desigualdad y, fundamentalmente, unirnos aún más. Tenemos que estar unidos y fortalecidos para ir en mejores condiciones a los foros internacionales y reclamar los derechos argentinos sobre las Malvinas.

 

Si hubiésemos ganado la guerra, ¿cómo cree que estaríamos viviendo hoy, estaríamos en dictadura o en democracia?

Eso es hacer histórica contrafáctica, y es imposible saberlo. Si puedo decir que la dictadura ya estaba deslegitimada. Su plan económico había fracasado, desmanteló la industria nacional, generó desocupación, pobreza y endeudó al país. Cargaba con el horror de haber desaparecido a 30.000 personas en un plan de exterminio sin comparación. Si intentaron utilizar la guerra con fines de perpetuarse, no lo lograron. Argentina es un país democrático, y así seguirá siendo.

 

¿Cómo vivió, cómo recuerda, el partido entre Argentina e Inglaterra en el Mundial ‘86 y los dos goles de Maradona, el de la “mano de Dios” y “el gol del siglo”?

Con un montón de emociones encontradas. Ver jugar a aquella selección, y en especial a Diego (Maradona) hacía latir todos los corazones al mismo ritmo. Pero no sólo por sus cualidades futbolísticas, que son superiores, sino porque él sabía el sentimiento que estaba encarnando en ese partido precisamente. Se hizo cargo de ello. Supo interpretarlo. Aunque no dejaba de ser un partido de futbol. La lucha por nuestra soberanía, la memoria de los caídos en la guerra, corre por carriles muy distintos. No hay que confundir ambas cosas. Pero volviendo a lo futbolístico, siempre recuerdo que el pase inicial de aquel gol histórico a los ingleses se lo dio un entrerriano, Burruchaga.

 

¿Qué le parece nuestro proyecto “40 x Malvinas”, el que consiste en la producción y publicación de 40 notas periodísticas sobre Malvinas, para aportar al proceso de malvinización?

Me parece una iniciativa muy loable que agradezco enormemente. Es una muestra más del valor que tiene la educación pública entrerriana y en especial del aporte que la comunidad educativa genera en la sociedad. Así que sólo tengo palabras de agradecimiento por esta oportunidad de contar lo que pienso, lo que hacemos y de seguir aportando a la memoria de nuestros héroes y veteranos.

 

¿Qué aportaría desde su cargo para ayudar a esta causa?

Primero la escucha. Creo que la condición de todo gobernante, y de todo dirigente, tiene que ser la de escuchar. Segundo la reflexión, y luego el impulso de todas aquellas acciones que tomadas a partir del consenso nos permitan avanzar en el sentido que nos exige la causa Malvinas. En democracia, con el derecho internacional como marco fundamental, haciendo memoria y en paz. Porque nos asisten la razón, la historia y la justicia.

 

Le pedimos una reflexión final sobre el tema y un mensaje para las/os entrerrianas/os.

A modo de reflexión final quisiera invitar a todos y a todas a seguir estudiando la historia y a comprometerse con el destino de nuestra provincia y de nuestro país. A veces uno ve cómo desde ciertos sectores se promocionan valores que nos alejan, que nos dividen. La historia nos ha demostrado que cuando permanecemos divididos, se perjudica el país. Considero imprescindible que dejemos de lado las diferencias secundarias, nos unamos detrás de los grandes objetivos que nos convocan: la defensa de la soberanía y de la justicia, de la memoria y del futuro. Tenemos que alimentar una cultura del encuentro, del diálogo y del acuerdo. No podemos ser indiferentes a lo que nos pasa como pueblo. Si nosotros no hacemos la historia otros la hacen por nosotros, y de acuerdo a sus intereses, que siempre son privados y foráneos. Mi mayor anhelo es poder contribuir a la construcción de un diálogo intergeneracional que permita a las juventudes construir el país que desean, ese país pleno de derechos, esa Argentina soberana, desarrollada, independiente, con educación, trabajo, salud. Y para eso la participación y el compromiso son el camino.


Fotos: Gentileza Prensa de la Gobernación

 






Proyecto educativo “40 x Malvinas” - Estudiantes de 6to “A”: Ezequiel ACOSTA - Katherine BREGANT - Nadia CABRERA - Joaquín DÍAZ - Marisa ESPÍNDOLA - Valentina FERREYRA - Lourdes FETTER - Mirko GALLEGOS - Yuliana GAMARRA - Gabriel GÓMEZ - M. Lucía KERLIN - Ana Paula MAIDANA - Valentina MARCOGIUSEPPE - Carola MARQUÉS PONTELLI - Candelaria MARSILLI - Eugenia MERCADO LEÓN - Florencia MERCADO LEÓN - Ivana MOLL - Luz ROBALLO - Docentes: Lic. Liliana Rueda – Prof. Gabriela Solís - Escuela Secundaria N°18 “Vélez Sarsfield” - Concordia - Entre Ríos – Argentina

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