miércoles, 4 de marzo de 2009

LA MASONERÍA EN SAN NICOLÁS

*La Casa Masón local con un siglo y medio de vida fue la primera que se fundó en el interior del país. *La institución se denomina Logia Unión y Amistad Nº 10 y por allí pasaron grandes personajes de la historia del país como Mitre y Urquiza. *A fines del año pasado brindaron una “Tenida Blanca”, reunión abierta a la que puede asistir el público, en la que estuvo presente el Gran Maestre de la masonería argentina Ángel Jorge Clavero.



Los masones son un grupo de personas que se reúnen “para pensar” defendiendo los principios de libertad, igualdad y fraternidad. “Hombres que bregan por el bien común y el bienestar de sus ciudadanos” refiere con mucha convicción el Presidente de la Logia Unión y Amistad Nº 10 local Gerardo Andino.

La masonería se caracteriza principalmente como filosófica, porque invita al hombre a usar la razón, a hacerlo pensar, filantrópica, porque sin buscar lucros personales brega por el bienestar de todas las personas, y progresista, porque defiende el libre pensamiento y la solidaridad humana.

En la ciudad la organización ya tiene 150 años de vida, motivo por el cual llevaron a cabo una reunión abierta al público en general denominada “Tenida Blanca” en la que estuvo presente el Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones Ángel Jorge Clavero, la máxima autoridad masónica del país. En dicha reunión las personas allí presentes pudieron obtener conocimientos sobre los masones en general y sobre la institución a nivel local.

Andino comenzó la Tenida Blanca expresando, prudente pero con mucho entusiasmo, lo siguiente: “Hoy es nuestra tenida blanca, color de la paz, color de la amistad, en la cual nosotros nos abrimos al público y el motivo principal es que personas que no pertenecen a la masonería, que son de San Nicolás y los alrededores puedan conocer nuestro templo y conocer medianamente cómo es nuestro trabajo” Y en relación al siglo y medio de vida de la institución refirió que “Estos 150 años para la historia son poco pero para San Nicolás es mucho. En estas instalaciones, acá, por este piso, pasaron personalidades tan importantes como presidentes de la Nación, uno de ellos Mitre, personalidades políticas, grandes pensadores”.

La reunión había comenzado con una hora y media de retraso motivo por el cual Andino luego de haber realizado una breve presentación pidió obligadas disculpas. La audiencia ni se dio por aludida pues a nadie se escuchó protestar previa, durante o posteriormente a la disertación.

El entusiasmo y la curiosidad de los presentes, en su mayoría hombres, por querer conocer lo secreto y oscuro de los miembros de la institución era tal que a nadie se le ocurrió reclamar o retirarse del lugar desilusionado por la demora. Muy por el contrario, se encontraban todos a la expectativa en absoluto silencio. Y observaban atentamente cada movimiento y gesto particular de los masones, quienes no esbozaron ni una sola sonrisa durante el transcurso de todo el encuentro y se presentaron vestidos con trajes oscuros y con distintivos propios de la institución a la que pertenecen.
La cantidad aproximada de personas presentes era de más o menos 50, en su casi totalidad hombres, pues las mujeres en principio eran sólo tres, luego se sumaron unas más pero todas ellas esposas o familiares directos de los masones.

De esta manera dio comienzo la disertación del Gran Maestre Clavero la que llevaba por título “La Logia en San Nicolás en sus 150 años”.

“Esta logia es la primera que se funda después de haberse fundado las nueve primeras en Capital Federal. O sea que esta Logia tiene una historia, dado que es la primera que se abre en el interior del país. Y es una de las más importantes de la provincia de Buenos Aires”, estas fueron las primeras palabras de Clavero en un discurso que duró más media hora.
Entonces explicó que la aspiración fundamental de la masonería es “pensar”, aludiendo que luchar y actuar es importante pero que el hombre debe saber pensar, reflexionar, para de esta manera lograr emanciparse de posiciones políticas y filosóficas, y ser capaz de formar su propio juicio. Se les enseña a los hombres a pensar.

El objetivo de la masonería es la búsqueda de la verdad apoyada por la razón, la ciencia y la cultura, la perfectibilidad de las personas y el progreso de la humanidad. En el que el único límite que se reconoce es el de la razón basada en la ciencia.

La institución masónica es una “institución ecléctica que aspira en primer lugar al perfeccionamiento del hombre conociéndose a sí mismo, practicando el amor, luchando contra la naturaleza animal en la que predomina la codicia, el egoísmo, la ambición y la egolatría, para q una vez convencido de esas virtudes y vencidos esos vicios pueda proyectarse a sus semejantes tratando de construir un mundo una sociedad en que reine la confraternidad, y se permita convivir en paz” aseguró Clavero.

Además expresó que la masonería no es una religión y que al inculcar el laicismo no están en contra de las religiones sino que simplemente las consideran parte del ámbito privado de las personas.

Por otro lado, afirmó que el requisito indispensable para poder ser masón es ser un hombre libre, culto y de buenas costumbres, porque la masonería brega por el bien común y el bienestar de sus ciudadanos.

Con respecto a la participación de mujeres como integrantes del grupo se planteó que no es requisito indispensable ser hombre para ser miembro de la institución, y que toda mujer interesada puede hacerlo. Y nombraron como ejemplo representativo de la integración de las mujeres a una de las instituciones masónicas que existe en Capital Federal.

Entre los proyectos y los grandes acontecimientos producidos durante el transcurso de la historia del país en los que tuvieron participación los masones se pueden resaltar dos de los más importantes la ley de educación 1420 y la Reforma Universitaria de 1918.

En referencia a los logros de los masones en la ciudad es importante mencionar: la fundación del diario “El Progreso” para difundir las ideas de la institución, en 1877 la creación de una escuela que “abogará por la prédica del libre pensamiento y el laicismo en contra de todo dogmatismo que ya se quería instalar en la sociedad nicoleña”. En todo logro educativo siempre colaboró el profesor Miguel Olivera Córdoba. Otros medios de prensa escrita que también fueron fundadas por masones también se encuentran “El luchador”, “El Tribuno”, “El nicoleño”, la revista “Lautaro”, etc.

Una vez finalizada la exposición del Gran Maestre, los masones hicieron alusión al robo del busto del histórico masón Luis Viale del patio delantero de la Casa Masón y pidieron al público presente que si alguien conocía a quien tuviera la estatua que por favor tratara de convencerlo de que la devolviera.

También expresaron que tienen pensado remodelar el edificio de la institución y muchos de los presentes dijeron estar dispuestos a colaborar y les solicitaron que por favor hicieran público en los medios alguna dirección o teléfono al que se pudiera acudir para concretar la donación.


LA HISTORIA DE LA CASA MASÓN DE SAN NICOLÁS

La historia se remonta a 1858 año en que se funda la Logia “Fraternidad” que tenía fines filantrópicos y de beneficencia. Entre los hombres fundadores se encontraban jueces y militares: Alejandro Heredia, Manuel Freire, Vicente Pieraline, Wenceslao Paunero, entre otros.

En 1861 la Logia logra suscribirse con la donación de 4383 pesos bolivianos para víctimas afectadas por un terremoto en la provincia de Mendoza. Pero desaparece y en 1865 se crea la Logia Unión y Amistad Nº 10.

Los fundadores de la Logia Unión y Amistad Nº 10 fueron: Pedro Saroli, Angel Migliaro, Adolfo Tuner, Beltrán Casanave, José Rufino Núñez, Elías Del Valle, Adolfo Nozzi, entre otros.

Los masones locales tuvieron participación en la fundación de escuelas, en la ayuda a damnificados y víctimas de terremotos e inundaciones y en la fundación de medios de comunicación de prensa escrita, diarios, revistas y periódicos.

En 1888, año en que fallece Sarmiento la Logia se adhirió al paso de los restos del prócer por la ciudad.

Finalmente, sin precisión de fecha y de año, los masones aseguran que por el edificio de la Casa Masón pasaron muchos de los más grandes personajes políticos e intelectuales de la Argentina entre los que nombran a Mitre y a Urquiza.

Dentro del edificio, inscriptas en las paredes, se podían leer frases como estas:

“El mal es causado por la ignorancia, la servidumbre y la mentira, es necesario descubrir y propagar, la libertad, la luz y la verdad”

“Sed como el sándalo que perfuma el hacha cuando lo hiere”.

“La madre es el faro que nos ilumina en las nebulosidades de la vida”.

“La mujer honesta es la ventura del hogar”.

“Debemos cultivar la inteligencia, el germen tiene derecho a ser fruto y el que no piensa no vive”.


EL HEROICO MASÓN

La historia cuenta que el masón Luis Viale, comerciante italiano que vivió muchos años en San Nicolás y que es reconocido como uno de los hombres más distinguidos y generosos de la comunidad nicoleña, muere en un naufragio salvándole la vida a una mujer embarazada.

El hecho ocurrió en la nochebuena de 1871 en el Río de la Plata cuando se incendió la nave “América” en la que él iba embarcado. En pleno naufragio escucha que una mujer pide auxilio en la forma secreta que lo hacen los masones. Inmediatamente acude a ayudarla, se saca el salvavidas que él mismo llevaba puesto y se lo coloca a ella. Viale murió a los 56 años de edad.

La señora era Carmen Piñero de Marcó del Pont, esposa de un reconocido masón de la ciudad, cuestión que hace suponer que su esposo le había enseñado la modalidad secreta que tienen los masones para pedir ayuda.

ANÉCDOTAS DEL ENCUENTRO

Las voces de los masones tenían un tono pausado, denotaban tranquilidad, hablaban claramente pronunciando bien cada palabra y cada frase, con mucha convicción y seguridad.

Durante toda la disertación no se les vio esbozar una sola sonrisa, sus rostros eran serios, parcos, escuchaban atentamente a quien estuviera hablando públicamente en ese momento, sin interrumpir ningún discurso, sólo en una oportunidad ocurrió y el masón pidió respetable y formalmente disculpas para agregar algo al tema tratado en ese determinado instante.

Sus cuerpos también se mostraban firmes, sentados o de pié, muy formales, con movimientos leves pero claros, como si midieran cada expresión corporal.

En el escenario, cuatro escalones más arriba del resto del piso del edificio, se encontraban: el Gran Maestre en el centro, a su derecha Andino, representante masón local, y alrededor de éstos cinco o seis masones a cada lado. Ya más alejados del escenario y entre los asientos de la sala, muy cercanos al público, se encontraban desparramados varios masones y uno más en la puerta, como si la función que debieran cumplir fuera la de observar los movimientos de las personas allí presentes.

Al final de la exposición de Clavero estaba pautado que el público presente participara haciendo preguntas. No hubo muchas indagaciones, las más importantes estuvieron relacionadas a los objetivos generales de los masones, cuáles eran los requisitos para formar parte de la institución y el por qué de la ausencia de mujeres en el grupo. Los masones eran muy concisos en las respuestas y aprovecharon bien todas las veces que pudieron contestar “sí” y “no” para no explayarse demasiado, pues el público no repreguntaba.

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