Lic. Liliana Rueda
Nota publicada en diario El Heraldo
En tiempos en los que la sociedad en general reflexiona y repiensa desde una visión crítica mejoras en los aspectos sociales, culturales y laborales, reconociendo y haciendo visible situaciones en las que se vulneran derechos de las personas, hoy debemos hacer mención a aspectos que van en una dirección opuesta. Acciones que retrasan en el tiempo y en el espacio y que afectan la dignidad humana, la dignidad de estudiantes de una escuela secundaria, de toda una comunidad educativa.
Traslado de los baños
químicos en la escuela.
Una
dignidad perjudicada por descuido, desidia y negligencia del Estado, la
institución que debiera ser la gran promotora y garantizadora de los derechos
más básicos de las personas. No sólo no los garantiza ni los promueve, los
quebranta y los aplasta, con sus acciones y con sus omisiones.
Baños
químicos: derechos vulnerados
En una escuela con baños químicos no hay aprendizaje ni conocimiento que circule, no hay enseñanza, no hay predisposición de docentes ni de estudiantes, no hay calidad educativa. El proceso de enseñanza aprendizaje se desvanece en el aire por más sólido que se lo quiera representar porque no hay nada en esas condiciones que se pueda resignificar ni transformar.
En condiciones no dignas de trabajo y estudio en las escuelas se vulneran los derechos más esenciales de las personas, el de la educación y el de la salud, y a estos se agregarían otros derechos, los que sólo son accesibles estando educados y gozando de salud. La educación es uno de los pilares fundamentales con el que infantes y adolescentes podrían superar la exclusión para poder gozar de otros derechos humanos.
Invitación a la comunidad
educativa a jornada de protesta y reflexión.
A las escuelas asisten uno de los sectores vulnerables de la sociedad, niñas, niños, adolescentes y jóvenes, quienes son priorizados en el reconocimiento de cualquier derecho humano en todas las normativas nacionales e internacionales. Pero a los establecimientos educativos de los barrios más humildes asisten estudiantes que se encuentran doblemente en situación de vulnerabilidad, por sus edades y por sus condiciones socioculturales. Es grave que se vulneren los derechos de cualquier persona, de cualquier estudiante, pero es doblemente más doloroso ver cómo ocurre con los sectores más necesitados de la población.
No hay de esta manera, protección integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, ellas/os no son el futuro, les están quitando esa posibilidad, no son prioridad. Así no hay futuro válido, ni ciudadanas/os que puedan ejercer su rol responsablemente.
Baños
químicos: educar en condiciones paupérrimas
Colocar
baños químicos en las escuelas es dejar en claro la posición que se toma en
relación a la educación, cómo se ve a las/os estudiantes, a las/os
docentes, a la comunidad en la que se
emplaza la escuela. Refleja el desinterés y el desprecio por la educación
pública.
Los
baños químicos en las escuelas representan descuido, inequidad, desigualdad,
discriminación, irrespeto, humillación, destrato, maltrato, desidia, desprecio,
desinterés, vulneración de derechos, pauperización, deficiencia, deserción,
desprotección, abandono, ignorancia, inseguridad,
injusticia social, inoperancia, degradación de la educación pública.
Los baños químicos en las escuelas no significan ni resaltan ningún aspecto social o personal positivo, muy por el contrario son sinónimo de anti educación, analfabetismo, insalubridad y anti derechos. Un baño químico en una escuela es la situación que nunca nadie, que reconozca a la educación como un derecho humano, la hubiera pensado como posible ni como última solución.
Instalación de uno de
los baños en el patio de la escuela.
La
escuela termina siendo así un refugio menos seguro que un campamento de
obreros, instalados en sus lugares de trabajo de forma temporal, en el que se
incentiva el analfabetismo y la deserción escolar, en el que ni siquiera
podrían respetarse las tan ansiadas normas y reglas de convivencia.
En
tiempos también en que hubo una discusión acerca de qué derecho debía
priorizarse, si el de la salud o el de la educación, en pleno auge de la
pandemia por coronavirus, en la Escuela Secundaria N° 37 “Che Guevara” de la
ciudad de Concordia, en la provincia de Entre Ríos, no se prioriza ni un
derecho ni el otro. Allí no hay democracia que valga. Allí no hay margen ni
posibilidad para que las/os integrantes de la comunidad educativa puedan
generar ese debate. Los baños de la escuela NO son baños dignos, son baños químicos.
Baños dignos ya!, para la Escuela Secundaria N° 37
“Che Guevara”.
Edificio propio ya!, para la Escuela Secundaria N° 25
“Gral. San Martín”.
Educación pública, universal, gratuita, laica y de calidad. Siempre.
Imágenes: Perfil de Facebook Escuela Secundaria Treintaysiete
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